viernes, 1 de abril de 2016

Fibromialgia e incompresión familiar. Cuando la incompresión duele más que la enfermedad.

Cuando se diagnostica una enfermedad el médico da un tratamiento acorde a la dolencia del paciente y después de un tiempo comienza habitualmente la recuperación. Pero en la fibromialgia el trayecto es distinto. Al no existir un conocimiento profundo sobre el  paradigma del dolor crónico difuso no se conocen con exactitud los  mecanismos de sensibilización central y periférica, y esa falta de información provoca uno de los principales problemas de esta patología: el retraso en el diagnóstico.
  Es cuando después de años con dolores, de síntomas, de ir y venir de especialistas, de tratamientos, inestabilidad psicológica, presiones por parte de los familiares y amigos, se logra, en algunas ocasiones, dar con el diagnóstico: Fibromialgia. Es ahí cuando llega un alivio  pero es un alivio momentáneo, porque ahora toca asumir la enfermedad, hay que aprender a convivir con ella, “a sufrir el dolor en silencio”, es entonces, cuando aparece el dolor de la INCOMPRESIÓN, la lucha contra la incomprensión, el entorno empieza a cambiar.
 El paciente se transforma en un paciente imaginario. Es en muchos casos un enfermo “simulador” que tiene que demostrar que está realmente enfermo, que le duele de verdad, el entorno piensa que es débil de mente y de físico, se piensa que el dolor que tiene lo tiene todo el mundo, que los demás pueden soportarlo mejor que él. Pero no sólo el paciente siente dolor, sino que siente que lo rasgan por dentro, de día y de noche, el cuerpo grita constantemente, sin descanso, ya no puede más.
 Para muchos de los pacientes, es más dura la incomprensión que sufren que los propios dolores.
 Como siempre se está quejando del dolor y de cansancio acaban por no escucharlo y eso duele más. Además, todavía existen profesionales médicos, que se resisten a creer en esta patología, LA FIBROMIALGIA no requiere un acto de fe, no hay que “creer o no en ella”, existe. Lo que requiere es de un buen diagnóstico diferencial por parte del especialista (reumatólogo) y de un abordaje multidisciplinario.
 Después de vivir un dolor permanente y generalizado en todo el cuerpo, la pérdida de fuerzas y de manera asociada, cuadros de tristeza y depresión sobre la que cuesta conseguir el reconocimiento de discapacidad, pese a que reduce de manera drástica la calidad de vida de los pacientes, con todo esto, las personas que padecen fibromialgia son juzgadas día a día con preguntas con falta de tacto porque tienen que justificar su existencia con un quiero pero no puedo.
 
Sabemos que no se trata de una enfermedad mortal ni degenerativa pero sí avanza manifestándose más y peor con el tiempo sin un diagnóstico y tratamiento adecuados. Por la magnitud del número de afectados, el costo para los sistemas públicos de salud, la discapacidad que causa en los pacientes y el mismo impacto sociofamiliar que provocan, merece más atención, seriedad y rigor. 
 Conocer la enfermedad y saber cómo afrontarla resulta fundamental para la adecuada adaptación familiar. En este sentido, el trabajo psicoeducativo de parte de especialistas con pacientes y familiares es eficaz  para la mejora de aspectos psicológicos (principalmente ansiedad y depresión), el control del dolor y el incremento de la calidad de vida del paciente y también de su familia.

Consultora Psicológica Angélica Perkal
Atiende los días Lunes y Viernes de 13 a 18 hs.
Nogoyá 3074 - Villa del Parque - Capital Federal
Solicitar turno al 4503-4254