Ventajas y propiedades del contacto físico

“Necesito un abrazo”, frase que puedes haber pronunciado en más de una ocasión, buscando recuperarte rápidamente de algún obstáculo cotidiano que te colocaba la vida en ese día. Y es que seguro que sabes, o al menos intuyes, el poder que ejerce un abrazo sobre tu salud y tu estado de ánimo.
La explicación podría residir, como apunta Sheldon Cohen director de la investigación, en el papel que tienen los abrazos como inductores de la sensación de protección, disminuyendo nuestro estrés y aumentando nuestro sistema inmunológico.
Si estás deprimido o sufres ansiedad, si el estrés o la preocupación son constantes en tu vida, eres más vulnerable a las infecciones. ¿Cómo puedes protegerte? En el artículo de hoy, te presentamos uno de los mejores remedios naturales, sin efectos secundarios, ni contraindicaciones: el abrazo.
Veamos sólo algunos más de los innumerables beneficios que puede tener en tu vida este valorado recurso afectivo:

#1. Mejora la autoestima

La autoestima se va construyendo desde que eres pequeño. En esos primeros años de tu vida el apego y los vínculos afectivos que mantengas son especialmente importantes en la elaboración de un buen concepto de ti mismo, lo que se reflejará en una sana autoestima.
Los abrazos y las caricias son una forma de ser validado, de sentirte arropado, seguro y confiado. Un niño que ha estado carente de abrazos y expresiones afectivas, es más probable que se convierta en un adulto con inseguridades y baja autoestima.

#2. Reduce el estrés.

El contacto físico es un potente inhibidor del estrés. Los abrazos y los besos aumentan los niveles de la hormona oxitocina, activando unos mecanorreceptores de la piel llamados Corpúsculos de Pacini, los cuales se encargan de regular la presión arterial.
De esta manera, es más probable también que la ansiedad se mantenga en un nivel óptimo.

#3. Mejora el sistema inmunológico

El Instituto de Investigación sobre el contacto de la Escuela Universitaria de Medicina de Miami( Estados Unidos) ha llevado a cabo cientos de estudios que avalan los efectos positivos del contacto afectivo sobre la salud.
Se comprobó como el abrazo y las caricias mejoraban el sistema inmunológico en pacientes con cáncer, mejorando la calidad de vida, frente a los pacientes que no contaban con este tipo de apoyo más emocional.
Un abrazo promueve la generación de glóbulos blancos, te ayuda a mejorar tus defensas y a recuperarte antes de las enfermedades.

#4. Disminuye la percepción del dolor.

Los abrazos son uno de los mejores analgésicos que existen, favorecen la circulación en los tejidos blandos, disminuyendo la tensión muscular y produciendo un efecto de distensión o relajación.
Todos hemos tenido ocasión de comprobar en alguna ocasión cómo el contacto físico y ese apoyo social facilita el afrontamiento del dolor, alejando la atención de la zona dolorida.

#5. Mejora el estado de ánimo

La expresión y búsqueda de afecto ha sido, desde tiempos inmemorables, la forma más rápida de mejorar sustancialmente el estado de ánimo. Hasta tal punto que algunas terapias han incorporado a sus tratamientos contra la depresión y la ansiedad la llamada abrazoterapia.
En el acto del abrazo se activa en el cerebro la liberación de serotonina y dopamina, lo que promueve una sensación de bienestar, sedación, armonía y tranquilidad casi de manera inmediata.
No hace falta tener pareja, ni ser una persona especialmente extrovertida para poder beneficiarse de un abrazo. Es más, puedes disfrutar de tu soledad elegida en determinados momentos, si así lo deseas, pero no desaproveches la oportunidad de poder abrazar y ser abrazado, la ganancia para tu salud física y mental es incalculable.
El Abrazo es la primera forma de medicina y protección que se inventó en el mundo. Un bebé de cualquier especie se aliviará de todos sus miedos, dudas, frío, nerviosismo. Igualmente, todo adulto se sentirá reconfortado, acompañado, unido, aliviado, con un abrazo sincero.
Un abrazo diario eleva nuestra estima, mejora el sistema inmunológico, nos une. Dos abrazos multiplican el efecto. Tres abrazos tiene un poder sanador, anti estrés, protector.
Los abrazos nos alivian el dolor cuando perdemos a un ser querido o estamos en desgracia, teniendo un gran efecto en la unión familiar, en el estar siempre en el terruño, en los brazos maternos, en volver a nuestras raíces naturales de humanidad. Calman la ansiedad, la depresión, los dolores en general.
La prisa, la vorágine de la vida ya están haciendo olvidar los abrazos, quedando tan solo para los aniversarios, ascensos, ocasiones especiales y no como algo natural, inclusive hasta se mal interpreta. El abrazo es una medicina que todos tenemos a nuestro fácil alcance y cada vez está escaseando más, es como tener el mejor aire, con el mayor oxígeno y no deseamos respirar.
La razón es que un abrazo sincero produce una hormona llamada “oxitocina”,  también conocida como la hormona del amor. Esta sustancia tiene muchos beneficios para nuestra salud física y mental, que nos ayuda, entre otras cosas, a relajarnos, a sentirnos seguros y a calmar nuestros temores y la ansiedad.
Este maravilloso tranquilizante se ofrece de forma gratuita cada vez que tomamos a una persona en nuestros brazos, que acunamos a un niño, que acariciamos un perro o un gato, que bailamos con nuestro compañero/a que se mantiene muy cerca o alguien que simplemente pone sus manos sobre los hombros de un amigo/a.
Hoy en día, tener a alguien en nuestros brazos durante 20 segundos, es el regalo que usted puede hacerse y hacer a los demás.
Es realmente insospechado todo lo que podemos curar con los abrazos, desde un simple perdón hasta un cáncer. Al abrazar sinceramente podemos equilibrar nuestras energías y desplazar la negatividad de ambas personas o de todas las que participen en el abrazo. Si sumamos 1 + 1 matemáticamente el resultado será 2. Si dos personas se abrazan, el resultado será hasta donde se quiera llegar, ya no son 2, sino una suma de energía universal que potenciará la sinceridad, amor, amistad, sanación. Por supuesto, un abrazo con cariño, con entrega, con Divinidad.
El abrazo lleva consuelo, combate la depresión, levanta el ánimo, mejora el sistema inmunológico, aumenta la autoestima. Pero, a su vez, puede tener efectos contrarios si se consiente demasiado, si se da demasiado a alguien, los abrazos, son de compartir y no sólo de dar. Son de ayudar, no de llevar la carga del otro. Entonces, debe lograrse en el otro lado que se levante, que ponga de su parte, mas no que desee que permanente se le lleve a cuestas. Si se consigue este efecto, la abrazoterapia dará mejores resultados.
Los abrazos pueden ser inmensos como los del oso, con todo el cuerpo como entrelazándose, con contacto de mejillas y besos en mejillas, frente, cráneo o boca, no simplemente un beso, sino con abrazo. Podrá sentirse inclusive los latidos del corazón de la otra persona y unirlos al nuestro.
Igualmente, pueden ser abrazos de costado al caminar, al ver televisión, al mirar una puesta del sol, no de apariencia, sino de sentirse bien con la pareja, hijos, padres, amigos.
Pueden ser abrazos de mas de dos personas, inspirando la unión, fraternidad, cadenas fraternales. Es decir, no hay límites para el abrazo, el límite somos nosotros mismos.
No se necesita ir a algún lugar especial para abrazar, ni tiene costo alguno.
Una vez que se da el abrazo, no juzgar, no prejuiciarse. Debe darse con toda la entrega. Es como lanzarse al vacío, sin miedos, no debe existir la vuelta hacia atrás.
No intente resolver los problemas del otro, sólo de su abrazo, la energía hará el resto. La abrazoterapia no es para que Usted se llene de los problemas de los demás, es como llevarle medicina a alguien que esté con gripe, no tiene porque contagiarse para ayudarlo.
Haremos un mundo mejor con otro granito de arena como es la abrazoterapia 
“Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más”. Gabriel García Márquez
Fundacion Argentina de fibromialgia Dante Mainieri