La depresión es un estado de ánimo negativo, que hace que el paciente pierda la capacidad y el deseo de enfrentarse ante cualquier situación y ante la vida cotidiana, por lo que empeora de una forma intensa su condición dolorosa. En la FM, el cerebro se desorienta y comienza a amplificar la percepción de dolor en todo el cuerpo. Es característica la hipersenbilidad cerebral, el paciente reporta dolor severo ante un estímulo físico no doloroso (alodinia) con falla de la función ejecutiva cerebral que lo lleva a un estado de depresión. La causa de la FM no es clara, es un problema común que se presenta en el 2 al 4% de la población y que puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, inclusive en niños, podría tener un componente genético. Algunos de los factores de riesgo o condiciones previas son:
El estrés crónico, el dolor crónico, la frustración personal tanto dependiente como independiente de la enfermedad, la automedicación, el retraso diagnóstico, la falta de eficacia de los tratamientos, etc. Asimismo, los problemas laborales y del entorno sociofamiliar influyen negativamente en el estado anímico del paciente, lo que en muchas ocasiones lo lleva a la automedicación (siempre contraindicada), ya sea para calmar el dolor que sufre, para tratar otros síntomas asociados (como los trastornos del sueño), o para intentar sobrellevar esos sentimientos de desesperanza y culpabilidad. Existen varios estudios que afirman que la fibromialgia es consecuencia de trastornos afectivos, ya que éstos habitualmente, preceden a dicho cuadro. Sin embargo, otros estudios demuestran que el estado de ánimo deprimido es una consecuencia de la fibromialgia, debido a la dificultad que provoca el dolor para realizar las actividades cotidianas.
Los pacientes con FM –mujeres en su mayoría– se pueden levantar “muertas/os de dolor” y no pueden dormir porque “el dolor no los deja dormir”. Ante un cuadro clínico como este se pueden desarrollar episodios de depresión con síntomas como:
*Tristeza o falta de interés
*Pérdida o aumento de peso sin causa aparente
*Insomnio o hipersomnio
*Retardo o agitación psicomotora
*Pérdida de energía
*Minusvalía
*Habilidad para pensar y concentrarse disminuidas
El tratamiento adecuado en estos casos es:
Medicación indicada por el profesional especialista (psiquiatra) acorde al grado del trastorno (en caso de ser necesario), psicoterapia individual, psicoeducación, técnicas de reducción de estrés, ejercicio de ultra baja intensidad, reevaluación de estilos de vida, nutrición apropiada, grupos de apoyo y educación a familiares/seres queridos que deben ser los pilares del tratamiento del paciente con FM.
La FM le cambia la vida al paciente y a sus familiares.
Ante cualquier indicio de trastorno depresivo es necesario consultar al especialista y luego es importante continuar con un abordaje interdisciplinario para tratar al paciente integralmente y así mejorar su calidad de vida.
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