¿Qué es el Sun Gazing?
El Sun Gazing, es una práctica ancestral que consiste en mirar directamente al sol durante los momentos de baja intensidad lumínica, como son el amanecer o el atardecer. Esta técnica se basa en la creencia de que los ojos son capaces de capturar la energía solar, la cual se considera que tiene efectos revitalizantes y curativos. Quienes practican el Sun Gazing sostienen que esta actividad no solo ayuda a energizar el cuerpo y aclarar la mente, sino que también establece una conexión espiritual profunda con el entorno natural.
Beneficios del Sun Gazing en la Salud Mental y Física
Estudios científicos sobre el Sun Gazing son limitados, pero la práctica ha sido asociada con varios beneficios anecdotales que incluyen mejoras en la salud mental y física. Practicantes reportan una reducción en la ansiedad y el estrés, atribuyendo estos efectos a la liberación de endorfinas durante la exposición al sol. Además, la exposición controlada al sol puede aumentar la producción de vitamina D, la cual es esencial para la salud ósea, la función inmune y la reducción de la inflamación.
Hira Ratan Manek: Un Icono del Sun Gazing Moderno
Hira Ratan Manek, más conocido como HRM, es una figura emblemática en el mundo del Sun Gazing moderno. Nacido en la India, HRM ha llevado esta antigua práctica a la atención internacional, proclamando que puede ayudar a reducir la dependencia de las personas en la alimentación física y aumentar su energía vital a través de la energía solar.
Desde 1995, HRM ha practicado el Sun Gazing como una forma de nutrición. Según él, esta técnica no solo mejora la salud física y mental, sino que también puede ser una fuente de energía espiritual y renovación personal. Hira Ratan Manek (HRM) describe su método en tres fases para practicar el Sun Gazing de manera segura y efectiva.
La primera fase involucra mirar el sol directamente durante un período seguro, comenzando con 10 segundos y aumentando gradualmente hasta un máximo de 44 minutos durante un período de nueve meses. Este proceso se realiza únicamente durante la primera hora después del amanecer o la última hora antes del atardecer, cuando la intensidad de los rayos ultravioleta es más baja y el riesgo para los ojos es mínimo.
La segunda fase comienza después de alcanzar el máximo tiempo de exposición al sol. En este punto, se detiene la práctica de mirar directamente al sol y se transita a caminar descalzo sobre la tierra durante 45 minutos al día. HRM sostiene que esto ayuda a consolidar los beneficios percibidos del Sun Gazing, ya que el contacto directo con la tierra permite continuar absorbiendo la energía solar de manera indirecta a través de la conducción terrestre. Se recomienda seguir esta práctica diariamente durante un año para mantener el nivel de energía alcanzado y apoyar la salud general.
La tercera y última fase es un período de sostenibilidad, donde la práctica directa del Sun Gazing puede reducirse significativamente o cesar, dependiendo de la experiencia y los resultados de cada individuo. El mantenimiento de los beneficios obtenidos se logra a través de caminatas diarias descalzo, que siguen siendo fundamentales para mantener la conexión con la tierra y ayudar a sustentar la energía capturada durante las fases anteriores.
Este método propuesto por HRM es una combinación de prácticas directas e indirectas de absorción de energía solar y requiere un compromiso a largo plazo con la práctica.
Las afirmaciones de HRM han atraído tanto seguidores como escépticos. Los seguidores consideran su práctica como un camino hacia la libertad energética y una profunda conexión espiritual con el universo. Sin embargo, no hay evidencia científica sólida que apoye la idea de que los humanos pueden sustituir la comida convencional con la energía solar, y destacan la importancia de proceder con cautela para evitar daños potenciales a la vista.
La situación con el Sun Gazing y la evidencia científica es que, principalmente, no se han realizado estudios científicos amplios o rigurosos específicamente sobre esta práctica y sus efectos proclamados. Esto es diferente de decir que se han hecho estudios que desmienten los efectos; más bien, simplemente no hay suficiente investigación formal que explore el Sun Gazing como una práctica segura o efectiva en términos de los beneficios que algunos de sus practicantes afirman.
Cómo Realizar el Sun Gazing de Manera Segura
Para practicar el Sun Gazing de manera segura, es fundamental seguir estos pasos:
- En qué momento del día practicarlo y por cuanto tiempo: Comienza mirando al sol durante solo 10 segundos durante el amanecer o el atardecer, cuando la intensidad solar es mínima. Incrementa gradualmente el tiempo de exposición en pequeños incrementos
- Consistencia: Practica regularmente pero no excedas los 44 minutos totales, incluso después de meses de práctica.
- Donde realizarlo: Asegúrate de estar en un lugar donde la visibilidad del sol sea clara, sin obstrucciones ni contaminación lumínica.
Implicaciones del Sun Gazing para el Sueño y la Melatonina
El Sun Gazing se ha explorado en el contexto de la salud del sueño, particularmente por su potencial influencia en el ciclo circadiano, que es el reloj interno del cuerpo que regula el sueño y la vigilia. La exposición a la luz solar natural desempeña un papel crucial en el ajuste de este reloj biológico. Específicamente, la luz del amanecer, que contiene altas concentraciones de luz azul, señala al cerebro que inicie el ciclo diurno, ayudando así a despertar y a mantener la alerta durante el día.
Esta exposición matutina contribuye a la inhibición de la producción de melatonina, conocida como la hormona del sueño, preparando al cuerpo para estar activo. A medida que la noche avanza y la exposición a la luz disminuye, la melatonina comienza a producirse, facilitando el sueño. El Sun Gazing al amanecer o al atardecer puede actuar como un marcador de tiempo potente para el cerebro, posiblemente reforzando el efecto sincronizador natural del sol en nuestro ciclo sueño-vigilia.
Sin embargo, es esencial resaltar que los beneficios de la exposición a la luz solar para el ciclo circadiano no requieren la práctica del Sun Gazing directo. Simplemente estar al aire libre y permitir que la luz natural incida en la piel y los ojos indirectamente (sin mirar directamente al sol) es suficiente para ayudar a sincronizar nuestro reloj biológico. De hecho, esta es la forma recomendada de recibir la luz solar para la mayoría de las personas, ya que evita los riesgos asociados con mirar directamente al sol.
>Además de la luz azul en la mañana, la luz roja y naranja del atardecer también juega un papel en la señalización de la proximidad del período de descanso, promoviendo un estado de relajación y preparando el cuerpo para la producción nocturna de melatonina. En ambos casos, el objetivo es recibir luz solar en momentos estratégicos para mantener un ritmo circadiano saludable, lo cual es una parte integral de la higiene del sueño y el bienestar general.
Precauciones y Contraindicaciones del Sun Gazing
A pesar de sus posibles beneficios, el Sun Gazing debe practicarse con cautela. La exposición directa y prolongada a la luz solar sin la protección adecuada puede causar daños serios en los ojos, incluyendo quemaduras en la retina. Nunca se debe practicar durante horas cuando el sol está alto, ya que la intensidad de los rayos UV es demasiado fuerte y puede ser perjudicial. Personas con condiciones oculares preexistentes o sensibilidad a la luz deben evitar esta práctica. Siempre es recomendable consultar a un médico antes de comenzar cualquier nueva práctica relacionada con la salud.
Dra Carmen Chacon
Especialista en medicina del sueño
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